Y hoy escapé y me perdí entre aceras caóticas, entre escaleras eléctricas y liberadoras, entre carros y motos rabiosas, entre cuerpos anónimos en vagones de metro, entre calles furiosas, entre asientos de autobuses con desconocidos, entre esquinas que te hacen girar a lo imprevisible. Caminé, caminé y caminé. Crucé avenidas, pasé bulevares, me adentré en callejuelas, atravesé andenes. Caminé, caminé y caminé. Huí entre mis pasos y pensamientos, entre el asfalto caliente. Dejaba atrás mucho camino y me enfrentaba a mucho camino. Compré tickets de metro y pasajes de bus. Caminé, caminé y caminé. Me fugué, por un rato, no había tiempo, no había destino, sin prisas. Libre, solo, feliz. Y después, sólo después de muchas pisadas no quise caminar más.
José Roberto Coppola