-¿Cómo estás?, le pregunté con curiosidad.
- Esperando un día malo para ver cómo es eso, me respondió.
Yo quiero días buenos para ver cómo son y quiero aprender a reconocer cuándo estos lleguen.
En realidad no sé cómo son mis días.
José Roberto Coppola
9 comentarios:
Mientras los vayas pasando, con mayor o menor fortuna, date por contento.
No todo es blanco, o negro; es gris! (8)
no se, los dias no son buenos o malos...tienen ratos buentos, muuuchos ratos buenos =) no te parece?
besos!!
creeme, hay muchos dias soleados y brillantes...
Pues mejor que no lo sepas... Así no dejarán de sorprenderte, que no está mal.
Un abrazo
ni yo como son los mios...
habrá que ir descubriendo mientras se vive..
abrazo
Solo nos queda esperar que sean buenos......destino mañanero.
Un abrazo
Los dias buenos y los malos , los provoca uno mismo... Depende solo de nosotros!!
beso Jose!
Juancho!
Yo me preocuparía, lo intermedio es como una rutina mecánica, donde todo simplemente sucede pero nada es.
Cuando la búsqueda empiece ya va haber tiempo para buscar el equilibrio entre los días buenos y malos.
saludos,
Alejandro.
José, la verdad que yo tampoco. Quizás mis días ni siquiera sean.
A propósito, creo que Carolina está muy confundida.
Un abrazo,
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