Él casi siempre la consiente con el desayuno en las mañanas, ella sin avisarle en ocasiones le regala un beso al ir juntos y de manos por alguna calle; él es capaz de cederle la bufanda que lleva puesta porque ella se antojó de lucirla ese día, ella lo cobija con ternura antes de levantarse a escribir a medianoche o en la madrugada; él le hace mimos juguetones cuando van juntos en el metro, ella le roba su bata de baño para sentirlo siempre en su piel; él la consuela con paciencia en sus más hondas tristezas, ella lo hace reír siempre con algún improvisado disparate; él la abraza protector en los ascensores, ella le hace cara de pucheros cuando quiere que la malcríen... Y aveces de nada de esto se dan cuenta. Si tan sólo ellos supieran que se quieren tanto.
7 comentarios:
:__) a veces nos cuesta ver lo que nos quieren, y está por todos lados! qué nos gusta una duda...
un saludo!! y bonito blog ;)
Has cuasi-descrito mi relación con el Susodicho!!!
Sólo te faltó decir que él huele mi pijama cuando me extraña por las tardes, hahaha
¿Será que he querido mucho y ahora me doy cuenta?
Un abrazo
Muchas veces sólo pasado el tiempo que estuvieran juntos, es que lo logran ver.
Creo que esto se lo voy a leer a mi marido...
me morí... Gracias.
me encanta:)
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