Allí, ella, con el cabello enredado en la almohada, respiraba con placidez. Soñaba con el amor posible. Ese que le alborotara las razones. Ese que le hiciera doblar su voluntad cuando se ponía terca. Ese que la mimaría en su caprichos. Ese. Un amor. Ninguno en particular. Un amor, nada más. Ella sólo quería estar enamorada.
José Roberto Coppola
7 comentarios:
y, a veces todos, querido José.
Yo puedo ser ella
como siempre un placer leerte, sobre todo porque me identifico con la mayoría de tus palabras.
Besos!
Preciosas palabras amigo...
Un abrazo
Albert.C
estar enamorada... y enamorar también, porqué no? =)
me senti ella... y que magnifico cuando todo lo que dijiste se hace realidad (:
un saludo !
que grande! y todos hemos sido eso, o todo lo hemos temido.. el amor dificil batalla para mas de un corazon!
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