Cuando ella está consternada sus ojitos negros se mueven para adelante y para atrás en el columpio de su aflicción; se balancean una y otra y otra y otra vez, y, cuando están en la parte más alta de la curva, justo en la que se pueden lanzar para ser libres, no saltan, se dejan aspirar por la gravedad y una vez atrás, de nuevo, sus ojitos vuelven a tomar impulso para seguir meciéndose por horas en su propia tristeza.
José Roberto Coppola
13 comentarios:
dicen los ojos todo el rato, no
Saludos
mecerse y mecerse hasta encontrarse
Aunque debería saber que llega un momento en que la inercia no es suficiente para mantener el balanceo,
Saludos subterráneos.
Bendito vaivén.
pues debe parecer un extraterrestre, demasiados hombres que se convierten en escarabajos...
y el sueño terminará invadiendo sus pupilas por el cansancio de su vaivén...!
Deberían coger impulso, inspirar profundamente y dejarse llevar por el momento en una larga caída libre.
Quizás tenga miedo de no volver a salir de ese mundo vacío.
¿Quizas sea un movimiento REM?
Eso ocurre cuando sueñas despierto....
Una interesante entrada, me gustó mucho.
Un saludo
Y, de cierta forma, la vida es así
de pronto estás arriba y, cuando volteas a ver, estás de nuevo abajo...
tomando impulso para resgresar a mirar las cosas desde arriba
Ohhh...
El día que llegue alguien de frente y sus ojos puedan reposar en la otra mirada dejará esa tristeza y recobrará la esperanza.
Un abrazote amigo, cuidate mucho.
Beso.
deben ser unos ojitos hermosos
Me ha encantado conocer tu blog y volveré a menudo.Me ha gustado la monotonía de esos ojos tristes, tan bien descriptos y todo el contenido de tu blog. Felicitaciones! Y un abrazo.
Los ojitos son tan chivatos...
Encantado de haber vuelto. Disculpa mi ausencia...
Un abrazo
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