José Roberto Coppola
El infierno
Hace 5 semanas
No tengas miedo, lánzate en el suelo y comienza a observar la realidad desde la horizontalidad.
En una pequeña ensenada donde el viento salado rebota en las rocas, los pelícanos vuelan en picada contra el mar para atrapar algún pez y las olas se estiran lo más que pueden, me anclé de espaldas en la arena fresca que me empapeló la piel. El sol me curtió más pecas. La brisa me lamía el cuerpo. La orilla jugaba a hacerse tirante y volverse estrecha. El agua se envolvía a sí misma entre espuma y espejos y me salpicaba en los pies. El cielo azul, que no le había lanzado anzuelo a ninguna nube, me pescó. Allí, en esa bahía desolada cerré los ojos y me quedé atascado.
José Roberto Coppola