martes, 1 de marzo de 2011

Las tres de la mañana

Abro los ojos. Otra vez. La misma hora. Las tres de la mañana. No puedo dormir. Escucho en el vacío la gota  que cae de la regadera. Veo la luz del baño encendida. Me doy cuenta que tengo la ropa puesta y sin ánimos para quitármela me deshago de ella por completo. Voy a la nevera por un poco de agua. Re greso a la cama. Esta noche será larga. Otra noche interminable. Otra más.

José Roberto Coppola

4 comentarios:

Tristancio dijo...

... y Sísifo, empujando su noche-roca, a lo lejos, vio que despuntaba la mañana.

Un abrazo.-

Gastón dijo...

Los fantasmas de las medianoches hace rato que se trasladaron a la tercera hora de la madrugada.

Allek dijo...

hola! después de unos meses he vuelto con un tornado..
te dejo un fuerte abrazo!!!

Röschen rot dijo...

Esas noches robadas no pueden ser por otra causa que por un desamor...