Hay algo peligroso en los balcones a la medianoche que me atrae sediciosamente. Me encanta ver la oscuridad de terciopelo a través de ellos, escuchar los latidos inquietantes del silencio a través de ellos, sentir la adultera brisa a través de ellos. A medianoche los balcones me insinúan todo su miedo y libertad, toda su demencia y vanidad, todo su arrojo y saña. A veces me detengo a ver desde las alturas toda su vastedad. Me gusta ver las noches desde los balcones, ver como las lucecitas se apagan, el aire se hace más frío, los sonidos más espaciados. Las noches son tímidas e intrépidas al mismo tiempo. Me gusta ver el sublime encanto que se deshace entre la rapaz infinitud de tanto negro. Me fascina la sensación de sentirme atrapado por su aterradora inocencia. Muchas noches me levanto y me asomo incauto en el balcón, a mirar hacia afuera, sólo a mirar. Y me dejo acariciar por su sedosa vulnerabilidad y olfateo el pánico que hay afuera y veo de lejos el peligro de esa nocturnidad a la que casi nunca estoy expuesto. Y siento el poco riesgo que he tenido en mi vida. Y me da vergüenza la poca calle que he llevado. Quizás por eso me gusta mirar a través de ellos. Veo la noche desde arriba, desde la distancia y me resulta excitante lo devastadora que puede llegara ser.
Me encantan los balcones a la medianoche porque siempre entonan las apacibles pulsaciones de eso inminente que no sé qué es y que está afuera y que nunca termino por descubrir.
José Roberto Coppola
21 comentarios:
Y en veranito se está más a gusto...
:)
Prolongación de lo que hay en lo interior...
saludos
de acuerdo con Noelplebeyo!!!!
es sentir la seguridad de estar en casa y la libertad, de la calle, al miemso tiempo.
un abrazo
Yo como vivo en casa no tengo balcón pero cuando vivia en el departamento no habia mejor cosa que salir al balcon y mirar los jardines de la embajada de EEUU que tenia de vista. Genial la entrada de hoy , me encanto!
besos!
Juancho!
La noche siempre huele a frescura, y aunque en ocasiones viene cargadita de "fantasmas", no la temo porque sé que los zombis de las mañanas son muuuucho más peligrosos (jeje).
Yo lo que quisiera es un balcón, que lo de tener solo ventanas me está haciendo tomar complejo de presentadora de telediarios -no sé si ahí les llamáis noticiarios-.
Un besote
Cuántos poetas suspiraron bajo un balcon....
un saludo
Yo amo los balcones, todos. Conoci el supuesto de Romeo y Julieta en Verona. Y aca no tengo balcones pero me siento en el murito de mi ventana para sentir la noche. Ojala la noche te traiga de regalo un dia de estos. Te extrano
La aterradora inocencia de los balcones... en està entrada te sentì poesia, me gusta como lo escribis vos y a la vez lo pienso en verso...
Sentì un montòn estas palabras y conozco la sensaciòn, la noche y la ciudad vistas desde un punto casi-ajeno. besos! Vero.
Wow! hoy encontre dos escritos que me hicieron sentir muchas cosas, uno es el tuyo.
un beso
Siento que el encanto está ahí, en lo que está por develarse, en lo desconocido, en el secreto tan oculto de la oscuridad. De día, seguramente aquel balcón se tranforma en un simple piso de cemento con tristes barrotes de hirro. No? Saludos.
hay que habitar los balcones.
latir de los balcones huele a peligro, a vacío, a dominar la caída libre de nuestrso miedos.
Los balcones a medianoche se pueblan d e fantasmas.
Y desde esos balcones te arrojo una palabra que danzará una frenética ritualidad de gestos inconclusos , un poema desarmado para que entero respire en tu presencia
Me gusta leerte así José....te siento como renovado..con nuevas energías con nuevas ilusiones...estaré equivocada? quizás es que es así como te quiero leer...Un abrazo
Orologiaio: seguro.
Noel: una extensión muy oscura.
Rous: la noble curiosidad del noble.
Juan: sal a los balcones a la medianoche... cuando tengas la oportunidad.
Donce: curiosa tu idea.
Tony: y en ellos.
Extranjera: un gran regalo.
Vero: gracias, casi ajeno pero cercano al mismo tiempo.
Libélula: gracias.
Nuria: el lo inminente.
Lulú: hay que asomarse en ellos.
Paola: a mucho vacío.
Saludos a todos y gracias por pasar.
José Roberto Coppola
Hermoso texto, realmente. Las imagenes y los sentires desde un balcón en lo alto la verdad que son muy buenas, me ha pasado.
Saludos.
Son como dos mundos difernciados, el interior y el exterior, pero que se complementan perfectamente.
Saludos
A medianoche se ve todo más hermoso, sobre todo caminar sólo por la ciudad y ver la luz que llega a la calle a través de los balcones.
Saludos.
Bueno, vos sabés del disfrute de mi balcón ciudadano desde la altura exacta de un séptimo piso, instalado en un buen sillón y con una copa exquisita de un buen vino mientras al aire puro me distancia de la ciudad loca que sigue corriendo allá abajo.
Abrazo de Romeo
Muy bueno tío...De pequeño me encantaba quedarme dormido mientras miraba de noche por la ventana...A cada uno le toca una vida, pero es fundamental ser consciente de que hay muchas otras vidas que no son como la nuestra y que están ahí...Abrazotes
A mi también me encanta salir a los balcones, cuanto más altos, mejor. Es otro punto de vista, quizas acotumbrada a mirar las cosas inclinando la cabeza hacia arriba, es bueno cada tanto verlas de frente o inclinando la cabeza hacia abajo.
G: coincidimos en los balcones a la media noche.
Cesc: y a veces no sabes cuál es cuál.
Toxicosmos: sería excitante por lo peligroso.
Gastón: a disfrutarlo, sibarita.
Mr Blueberry: vidas afuera, como las nuestras, distintas, alegres, tristes. Vidas con su historia.
Na: hay que cambiar la forma de ver.
Saludos.
José Roberto Coppola
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