domingo, 31 de mayo de 2009

El tobogán que me desafió

Me detuve en la arena hundida frente a él. Lo vi de frente. Me estaba retando. Yo lo estaba retando también. Sus sinuosas ondas metálicas me estaban provocando. Él decidió desafiarme frente a los niños que me rodeaban. Si creía que no podía sentirme como un niño de nuevo se equivocaba. Subí por unas escaleritas de cuerda y me situé arriba. Me iba a lanzar por el tobogán como otro niño más. Mis pies colgaban sobre su cuerpo de metal. Se me alborotó el corazón de algarabía. Vi el corto precipicio que me esperaba. Suspiré fuerte, tomé impulso y me deslicé. Mi respiración despegó como un cohete. El cielo azul pasó por mis ojos como electricidad. Llegué abajo con la alegría todavía en el cuerpo. Me senté en la punta del tobogán, coloqué mis pies en la arena hundida por las pisadas de tantos aterrizajes y fui feliz.

José Roberto Coppola

13 comentarios:

Natalia Astuácas dijo...

QUE MARAVILLA, eso me encantó, me corre aire por el cuerpo cuando logro vernos a las y los adultos volviendo a ser niñas y niños aunque sea por algunos segundos.

Un beso amigo, abrazos fuertes y saluditos.
Cuidate mucho.

Gastón dijo...

Es que las sensciones del niño que llevamos dentro, son als que siempre nos arrancan una sonrisa, y por eso no debemos ni perderlo ni olvidarlo.

Abrazo en medio de la plaza

Noelplebeyo dijo...

Volver a ser un niño...que importante

Saludos

Anónimo dijo...

Me encanta que juegues!! hay que jugar mas en la vida...

Beso!

JuanchO!

nadenise dijo...

Prefiero la hamaca :D

despojada dijo...

la felicidad de lo hecho con deseo es la mejor!
cariños

Javier dijo...

muy bien hecho, y mis felicitaciones, uno guarda esos recuerdos de la niñez y de vez en cuando los revive, aunque sea a través de palabras,

lo que tu ves en una obra, es muy dificil que yo también vea,

un abrazo, gracias por pasar!

Lulutrix dijo...

ahhhhhh fui feliz!

Tony Amesty dijo...

Es precioso como describes con todo detalle ese momento tan emocionante.

Un abrazo

Mathilde dijo...

pero los niños de verdad se suben contra al corriente =o)

saludos!

P.E.P.E. ® dijo...

...y cuando yo deje de ser niño, se me acaba todo.

Un abrazo José.

P.E.P.E.

Nacho Hevia dijo...

las emociones que nunca envejecen...!!!

Terapia de piso dijo...

Natalia: es verdad, corre aire por el cuerpo.
Gastón: debemos recuperlas sin tanto miedo.
Noel: más que importante, necesario.
Juan: mucho más.
Na: Nahhhh.
Despojada: con deseo, con voluntad, con capricho, con antojo, con verdaderas ganas.
Javier: a revivirlos entonces.
Lulú: la felicidad la obtengo por instantes.
Tony: gracias.
Mathilde: sí, por un momento pensé subirme desde abajo del tobogán. No sé que me pasó. Pa ra la próxima. Te lo prometo.
Pepe: todo completamente.
Nacho: no debemos hacer que envejezcan.

Saludos a todos y gracias por pasar.

José Roberto Coppola