sábado, 3 de abril de 2010

La triste felicidad

Una felicidad con sabor a una conchita de limón encontrada en la crema pastelera; que me anima a dejar la cama desarreglada sin que me pese; que me hace escuchar hasta la anestesia serenatas folky; que me seduce con el vacío nocturno que se ve desde los balcones; que me incita a andar al ritmo pausado de las nubes; que me distrae en caminos de parques abandonados y llenos de hojas secas; que me hace tomar copas frías de vino rosado; que me da ganas de ver películas repetidas y fotos viejas; que me corrompe con siestas arbitrarias y sueño en la oficina; que me da antojos por comer helados y croissantes de almendras; que me tienta a bailar con los ojos cerrados; que hace que me pierda en los atardeceres del color de ciruelas maduras... Una triste felicidad.

José Roberto Coppola

4 comentarios:

Lяn dijo...

Pero felicidad al fin y al cabo.

(me gusta tu blog, te he linkeado al mío)

Gastón dijo...

La felicidad tiene extrañas expresiones con su forma de aparecer, pero siempre será tan felizmente bienvenida!!!

VALENTIN dijo...

Disfruta de todo aquello que aunque "Triste", te haga feliz .... vive! Be happy!!!
Saludos !

manu dijo...

Esa felicidad que tiene toques de nostalgia, una pequeña lágrima y una sonrisa con ansias de abrazos.

Salutes!