Y si descubro que esa vida aburrida no era tal cosa, no era lo que pensaba, no era lo que creía. Y si el aburrimiento es placentero y hasta divertido. Y si un día me doy cuenta que quiero llevar una vida sencilla, básica y corriente. Así no más. Y si así me siento pleno y feliz. Y si me siento completo. Y si no necesito más nada. Y si me doy cuenta que nada me falta. Y si lo insignificante era así porque lo desconocía, porque no sabía yo su verdadero significado. Y si quiero ser un ser ordinario, con una vida fácil y vulgar. Y si no deseo más que simpleza y rutina. Y si quiero una vida que no haga ruido. Y si me decido por una vida común, desconocida, predecible. Y si quiero una vida sin muchos pronósticos, sin riesgo, sin aventuras. Y si quiero conformarme con muy poco. ¿Y quien dice qué es realmente poco?
José Roberto Coppola
El infierno
Hace 5 semanas